Washington, 2 abr (Prensa Latina) Líderes políticos, religiosos y de derechos civiles de Maryland pidieron hoy a Ben Cardin utilizar su influencia como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos para levantar el bloqueo a Cuba.
En una carta enviada al senador saliente este martes, la coalición de más de un centenar de grupos e individuos argumentaron que las sanciones de Estados Unidos a Cuba son la causa principal de las terribles condiciones humanitarias y económicas en la isla.
«El embargo (bloqueo) económico, comercial y financiero de Estados Unidos a Cuba ha estado en vigor durante más de 60 años. En ese tiempo, su efecto principal ha sido el sufrimiento masivo del pueblo cubano», escribieron.
La solicitud de los grupos se produce cuando Cuba enfrenta su crisis económica más terrible desde el final de la Guerra Fría en medio de una serie de sanciones estadounidenses, incluida la designación en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, señaló un artículo publicado en el diario The Hill.
Esa designación ha sido especialmente controvertida, ya que excluye a Cuba de una gran parte del sistema financiero internacional y dificulta que terceros países comercien con la isla.
Cardin fue visto como un actor clave en la estrategia de acercamiento de la administración de Barack Obama (2009-2017) hacia Cuba.
La coalición de Maryland detrás de la carta argumentó que si bien la política entre Estados Unidos y Cuba no está sólo en sus manos, no hay duda de que el presidente de ese comité tiene una «influencia única, tanto para aprobar leyes como para influir en la acción ejecutiva».
Al igual que otros grupos pro-acercamiento, también ven una ventana de oportunidad, ya que Cardin asumió después que el senador Bob Menéndez (demócrata por Nueva Jersey), cuya posición anticubana en el Congreso es destacada, se vio obligado a dimitir en medio de un escándalo de corrupción y otras acusaciones federales relacionadas.
Recuerdan que, durante muchos años, el senador Menéndez ejerció su poder para obstruir cualquier medida de alivio para el pueblo cubano.
Es probable que la ventana de oportunidad se cierre al final de este Congreso, ya que los demócratas enfrentan una batalla cuesta arriba para retener el control del Senado y los republicanos están, en su conjunto, más estrechamente alineados con una política de máxima presión sobre Cuba, advirtieron.
Los líderes de derechos civiles de Maryland coincidieron en que tienen diversidad de criterios, pero en algo están unidos: «nuestra oposición a medidas que, durante más de medio siglo, no han resultado más que en sufrimiento generalizado».
Concluyeron que «como comunidades de fe moralmente opuestas al uso de la guerra económica contra nuestros hermanos cubanos; como grupos de la diáspora preocupados por el desplazamiento de personas de sus hogares; como humanitarios, académicos, activistas y defensores de los derechos humanos; decimos inequívocamente que es hora de poner fin al embargo a Cuba».